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Moderación era su segundo nombre

Moderación era su segundo nombre es un cuento rescadado, escrito en el 2009, tiene su miga porque -ya lo leeréis- moderación era esa parte de mi que estaba intentando gritar, salir de la rutina establecida y cambiarlo TODO.

Pocos meses después lo cambié efectivamente todo, tanto que me tiré a la piscina con el hombre que posteriormente fue mi esposo y ahora es “maridín” el padre de BabyLucía.

Cuando leo cosas escritas hace tiempo me doy cuenta de que todo lo que escribo aunque tiene una parte grande de ficción siempre se basa en sentimientos, momentos o escenas de mi propia vida, es sorprendente porque cuando lo estoy escribiendo no me doy cuenta, sólo tiempo después, releyéndolo.

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Cuento corto: 02/06/2009

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Moderación nació un día de campaña electoral, sus padres no sabían a quién votar para las europeas pero sabían que querían que los que gobernasen lo hiciesen con moderación.

Moderación creció en una casa del centro de la ciudad, en el medio de una calle, con un número intermedio. Por su apellido, era del medio de la lista en sus estudios y por sus notas, todo bienes, era moderadamente listo.

Moderación fue a una universidad concertada, ni pública ni privada, moderada y estudió una carrera moderada en precio y en exigencias aunque sabía que en su futuro nunca sería un fuera de serie pues no había más que moderados trabajando en cosas con lo que él estudiaba.

Moderación se enamoró moderadamente por primera vez de una chica del montón, ni muy guapa ni muy fea, no llamaba la atención, luego tuvo otras 4 novias, se casó con la tercera porque era la del medio, moderadamente gruesa, moderadamente inteligente y cocinaba moderadamente bien.

Pero moderación nunca pudo tener hijos, él no era moderado en ese sentido, simplemente no soportaba a los niños, a los bebés, a esas cosas chirriantes y retorcidas nada moderadas a la hora de gritar, cagar, mear y destrozarlo todo; por eso tampoco pudo nunca tener una mascota.

Su mujer, al ver su problema, se marchó de casa de manera moderada con su profesor de Yoga y también de manera moderada le quitó su dinero, casa, coche y demás enseres en el divorcio.

Moderación pasó el resto de su vida prácticamente solo, de manera moderada, claro está, pues tenía mdoerados amigos íntimos.

Moderación murió de viejo,  rodeado moderadamente de amigos y familiares por un cáncer que se desarrolló de manera moderada y que no dolió más que moderadamente, sus últimas palabras fueron:

“Moderadamente he vivido toda mi vida, ahora moriré a lo grande” e intentó gritar, pero las fuerzas no le acompañaron y no consiguió más que un moderado gritito.

Pobre Moderación, que perra vida.

Morajela: Cuadno vives tu vida con cautela, moderadamente, te arriesgas a no tener nada en ella que merezca la pena, a no encontrar esa pizca de vida que se haya dentro de nosotros y que es lo que nos dice “ESTOY VIVO”.

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