Veo que leer no os gusta, jaja! no me matéis, es que me he dado cuenta de un tiempo a esta parte de que los post tipo lista numerada os gustan muchísimo más. Bien, así que voy a adoptar esa opción para muchos de ellos, porque en el fondo ¿quién manda aquí si no vosotros?.
Hoy toca contar pecaditos así que os traigo 10 cosas que procrastino o subcontrato, para el que no entienda el concepto, cosa rara porque está muy de moda, procrastinar viene a ser “dejar para mañana lo que puedes hacer hoy”.
Vamos con ellas!
1. La limpieza semanal
Si algo he aprendido de varias relaciones con convivencia y de mí misma es que no me gusta limpiar. No me gusta limpiar ventanas ni me gusta planchar (aunque reconozco que una vez me pongo no es la peor tarea), odio limpiar los baños y me desespera pasar el aspirador y volver a verlo todo sucio al poco rato.
Así que esas tareas las subcontrato. Tengo una chica que me ayuda con la limpieza del día a día y la plancha aunque yo sigo poniendo lavadoras, recogiendo la ropa, recogiendo las cosas de la casa (cocina y demás) y también hago yo las limpiezas profundas de dos veces al año.
No por nada, solo porque soy muy neurótica y me gusta tener las cosas a mi manera así que algunas cosas es más sencillo que las haga yo misma.
Lo de poner a alguien que limpia en tu vida es uno de los consejos que siempre doy en mis talleres, no sabéis la de tiempo que ahorráis y la de discusiones, sobre todo discusiones. Porque vamos a ver, a mi contarme quien es el guapo que tras todo el día trabajando tiene ganas el sábado por la mañana de ponerse a limpiar ¿o no? y al final lo que pasa es que estás ya el día antes encabronao y el día en cuestión ni te cuento, y acabáis discutiendo y si no… al tiempo.
De esta forma te ahorras discusiones, tienes más tiempo para ti y os aseguro que es el dinero mejor invertido que vais a emplear, otra cosa es encontrar con alguien capaz, un poco proactivo (cosa rara, rara) y que encima os dé el gusto en precio y personalidad, pero bueno, yo en eso ya no me meto.
2. Sacar a los perros
Desde que tengo jardín procrastino, me da una pereza bestial, ya da igual que esté embarazada, que sea de noche, de día, que llueva, que haga sol… me da tremendísima pereza, tanto es así que maridin siempre termina riñéndome (con razón) y yo siempre termino haciéndome la remolona para que los saque él.
Mal por mi parte, es uno de mis objetivos de diciembre, sacar 1 de cada dos días yo a perritos.
3. Depilarme
Lo de la depilación es otra cosa que siempre dejo para mañana, inevitable, llevo años poniendo en una pizarra que tengo a modo de llamada de atención “me encanta estar depilada, tengo que hacerlo más a menudo” a ver, no penséis que llevo unos pelos que ni un hippy de los 70, pero siempre remoloneo y lo dejo para mañana.
La idea es hacerme depilación láser, lo fui dejando porque era caro, luego porque me quedé embarazada, luego porque me mudé y ahora porque sigo mudada, así que será objetivo para mediados del 2019 seguramente.
4. Pasar la contabilidad
Sin embargo me encanta llevar las facturas y los abonos, controlar los números de presupuestos y de factura y hacer gráficos con los puntos de equilibrio de los productos y con el de la empresa en general y mil historias similares pero lo que es abrir el programa de contabilidad y ponerme a ello me da siempre una pereza bestial.
Eso me lleva a cometer pequeños errores como pasar un impuesto el día después del límite porque me encontré un error que no fui capaz de solucionar en el día que tenía que pasarlos, no es que me pase mucho pero me ha sucedido más de una vez y no debería.
Objetivo 2019: sentarme con la conta todos los martes llueva o truene.
5. Sacar la basura
Es un gesto sencillo contra el que estoy luchando, he de decir que estas últimas semanas lo estoy haciendo muy bien, llevo muchos positivos aunque reconozco que he tenido que habituarme porque me cuesta mucho.
Siempre me ha pasado que las chicas que me limpian en casa (en ambas) me sacan la basura de la que se van así que me acostumbre a “subcontratar” esa tarea y me cuesta enormemente cuando se me llena otro día el ir yo a sacarla. Con mi profesión me acostumbré a llevar yo las cajas y también la ropa a los contenedores pertinentes pero lo que es la basura orgánica… es otro cantar.
Aun así me propuse hacerlo cuando fuera necesario y por ahora lo estoy cumpliendo.
6. Ordenar el trastero
Si, no es una foto nada Pinterest ¿a qué no? es mi trastero de mudanza que de Pinterest no tiene nada. Y es que no me refiero a trastero cómo tal porque esos me rechiflan, tanto los míos como los de trabajo, de los que no tengo tantos como me gustaría, dicho sea de paso.
El trastero al que me refiero es el garaje donde están guardadas todas mis cosas. Tengo que ir a ordenarlo porque un año viviendo en la casa vacacional hizo que fueran al trastero más cosas, que comprase cosas para la casa nueva y que cambiara mucho la decoración y el uso de algunas habitaciones en mi vivienda vacacional y lo que había en ella se fue, también, a ese trastero.
Así que me comprometo como objetivo para diciembre y enero el ir al menos 2 horas a la semana por allí, revisar las cajas y ordenar adecuadamente todo antes de la mudanza próxima.
7. Ir de compras
No soy chica de compras igual que no soy chica de café. A mi cuando me dicen ¿porqué no bajas y tomamos un café? me están matando porque no me gusta ir a tomar cafés y cuando me siento a trabajar yo me siento, punto. En mi trabajo asalariada no tenía la posibilidad de irme a tomar un café alegremente y me acostumbré a sentarme a trabajar y no moverme más que para ir al baño así que ahora me cuesta muchísimo lo de “lo hablamos tomando un café”.
Lo de ir de compras lo mismo, me cuesta tanto que los repartidores son mis mejores amigos, se saben mi nombre, mi DNI sin que se lo dé y con alguno incluso charlo cuando lo encuentro por ahí, no es que esté todo el día comprando pero entre que no voy a tiendas físicas más que por obligación y que los pedidos a tiendas de varias firmas o en Amazon llegan todos cuando les peta y de un pedido de 3 o 4 cosuquinas igual te vienen 3 o 4 días seguidos… pues eso, que me conocen.
Esto no lo voy a cambiar, me temo es que más una cuestión de carácter que de procastinar el ir a la tienda de turno.
8. Hacer llamadas
Procastino, PRO CRAS TI NO, soy una persona a la que le cuesta muchísimo hablar y muy poco escribir así que si tengo que elegir siempre elijo escribir.
Me obligo a hacer las llamadas a primera hora porque sino se que ya no las hago, me busco a mi misma cualquier excusa y termino mandando un mail en vez de llamar, en mi trabajo la constructora, la tienda de la esquina y otros proveedores me riñen y me dicen “pero Mar! llámame que terminamos antes!” y tienen razón pero es superior a mí, ya desde tiempos anteriores al móvil yo si podía arreglarlo mandando un mail lo hacía antes que llamar.
¿Qué hago para no procrastinar? las hago a primera hora de la mañana y así me las quito de delante, normalmente como los pagos, todos el mismo día.
9. Realizar los cursos pendientes o previstos
Procrastino, por una razón, soy de concentrarme mucho en lo que hago. Me cuesta salir de una tarea para ponerme a otra, conste que lo hago y lo llevo a raja tabla, cuando tengo en mi calendario que de 12 a 13 hago fotos y de 13 a 14 hago contabilidad (es un decir, eh? no es real el ejemplo), lo hago. Paro y me pongo a lo siguiente porque se que es la forma de terminar tareas y de sentir que te dio el día para lo que querías hacer, pero me cuesta especialmente con los proyectos de decoración y con los cursos para aprender cosas, porque son cosas en las que mi nivel de concentración es muy fuerte y me cuesta salir de ese punto.
Este tipo de tareas las dejo para días concretos y horas específicas para poder dedicarles al menos 2/3 horas y sentir que me rindió el tiempo.
Por cierto que yo hago muchos cursos on Line en la plataforma de Hello Creatividad que como solo a traigo cosas buenas a mi vida os la recomiendo encarecidamente, os dejo un post que escribí sobre sus cursos: HC!
10. Ir al parque/ salir de casa
Otra de las cosas que más pereza me dan es bajar al parque, en mi caso es bajar y está justo en frente de casa, vamos que tardo como minuto y medio en plantarme ahí, además es un parque de pueblo en el que mala cuenta que no conozca a nadie con quien charlar un rato, si es que hay alguien, vaya, porque la mayoría de las veces estamos solos.
Pero me da una pereza… muy bestia. No me preguntes porque pero me da muchiiiiisima pereza y me da pena porque a Luci, como a cualquier niño le encanta ir al parque y vamos en contadas ocasiones.
Lo mismo me pasa con salir a pasear, soy muy casera, algo ermitaña incluso y lo de “vamos a dar un paseo” así, sin más, sin un rumbo fijo… mi cerebro dice que estoy perdiendo el tiempo.
y lo peor es que yo no era así! a mi me encantaba ir dando un paseo por encima del mar, sentarme a escuchar su rugido en mi cala preferida, oler las algas, sentir el viento infernal en mi cara, escuchar la hierba mecerse con el viento… y de unos años para acá cada vez me cuesta más salir de casa.
Muchas veces mi marido me obliga, lo bueno es que si voy con alguien no me cuesta tanto, ahora que lo pienso… es lo mismo que le pasa a mucha gente con el gimnasio ¿no? que si van solos les cuesta y si van con otra persona pues no tanto. Yo con el deporte no tengo ese problema, fíjate, pero con los paseos y el parque si.
Un abrazo de varios mississippis,[/dt_quote]