Diles a tus libros que dejen de bailar, los vamos a ordenar

Buenos días por la mañana! hoy vengo con un post de orden de los rapiditos que os gustan. Vamos a trabajar con los libros así que diles a tus libros que dejen de bailar, los vamos a ordenar.

Voy a contaros aquí cómo se ordenan correctamente los libros en una estantería y cómo debería quedar una estantería correctamente bien ordenada, según yo, otros lo hacen de otra forma, esta es la única que a mi me gusta, con la que me siento cómoda y que me da real sensación de orden. Y de paso hablaremos de cuál es la proporción correcta de cosas en una estantería.

Ojo, recuerdo que esta es MI forma de hacerlo, otras lo hacen de otra forma, allá cada cual.

Personalmente me rechina muchísimo ver una foto en la que se habla de orden y en la que aparece una estantería con libros porque nunca, nunca o muy poquitas veces se ha prestado a los libros la atención que merecen para que estén realmente correctos colocados.  Entonces ¿hablamos de orden pero los libros de detrás no están ordenados? a mi eso no me vale y lo veo tanto, tantísimo que quiero dejar este post por escrito aquí para que tengáis un poco de mi visión y para que os acordéis de mi cada vez que veáis una foto de una estantería en Instagram, jeje.

Cuando mi ordenador decide hacerme boicot y borrar todo el post recién escrito me dan ganas de tirarlo a la basura… luego lo pienso y me doy cuenta que no es él sino WordPress el que me hizo boicot.

Tras esta sarta de gilipolleces que provienen de media mañana escribiendo, literalmente para nada, vamos al lío, otra vez.

¿Cómo vamos a ordenar los libros? bien, puedes hacerlo un poco como quieras pero yo los ordeno así:

Por categorías

Por colores nunca, jamás te van a quedar bien cuadrados a no ser que tengas una Billy de Ikea llena de cuadritos (Billy es la de los cuadrados?… ahora mismo no lo recuerdo). Y por autores… hombre pues mira, si tienes tantos libros como para poder ponerlos por autores igual era hora de emanciparte y montar una librería o un café literario.

Por categorías es lo mejor, puedes meter varios autores y además no tienes porque ceñirte a una sola categoría sino que puedes poner categorías similares o accesorias.

Ejemplo 1: en la librería que ves en la foto superior hay dos categorías en el centro, a la izquierda están mis libros de orden de la vivienda y a la derecha los de organización personal y profesional (algunos, tengo más pero están en una caja en un almacén (lloros )) Ambas categorías son accesorias, por eso, aunque tuviera una biblioteca enorme me sería sencillo encontrar lo que busco, lo mismo ocurre cuando colocas libros de arte y de fotografía en la misma balda o de arquitectura y de diseño o de interiorismo.

Ejemplo 2: Libros especiales. Ya ves la ultima y la primera balda, no son las mismas categorías pero son libros especiales, sé donde están porque son tan especiales que siempre los tengo aparte. En la ultima se juntan dos cosas, libros especiales con libros de consulta constante.

Ahí también hay que hacer un inciso, no sólo es poner libros de arte con libros de arte, por ejemplo, sino que si tienes unos cuantos que usas de forma continuada aunque no sean de la misma categoría tu ya estás creando tu propia categoría, libros de consulta continua.

Mirando al mismo lugar

Hay una cosa que odio muchísimo y es tener que leer los tomos girando la cabeza cada dos por tres por no decir todo el rato, los libros deben colocarse mirando siempre hacia el mismo lado, como tu quieras, que miren todos hacia arriba o todos hacia abajo (los títulos, entendernos) pero todos hacia el mismo lado.

-“Mar, es que tengo unos que tienen la marca abajo y otros arriba y claro, si los pongo todos mirando hacia el mismo lado algunos por arriba tienen cosas y otros por abajo”. Ya, porque por desgracia cada casa los hace como le sale de… así que olvida eso, eso es un detalle pequeño y no podemos luchar contra todos, centremos el tiro en lo más grande que es, o siempre debería ser, el titulo.

-“Mar, es que estos tienen el título en horizontal no en vertical” no le veo el problema, si lo tienen en horizontal ponlos que el titulo se lea y listo, ya giras luego la cabeza.

Los libros no hacen escaleras

Los libros van de grande a pequeño, el más grande en el lado de la “pared” y van escalonados hacia el más pequeño que estaría en el centro.

-“Mar, es que tengo muchos y me llegan hasta el final”, vale, entonces yo hago lo siguiente, si te gusta que el título vaya hacia arriba empieza a poner lo más grande en la izquierda del todo y si te gusta leerlo hacia abajo ponlos en la derecha del todo.

-Mar, es que tengo la librería en medio y de un lado está la tele y del otro una pared. Pon los libros más altos en la parte de la biblioteca pegada a la siguiente decoración grande. Ejemplo: los pondrías en la parte pegada a la pared y no a la tele, deja que los libros caigan hacia la tele ¿no te parece más armonioso?

Ningún tipo de escaleras

Soy muy, muy neurótica con esto, reconozco que más que mucha gente pero no puedo evitarlo. Los libros me gustan todos a la misma distanciada de delante. Me explico: imagina tu mano posada en una mesa, mira tus dedos ¿ves que alguno se queda más adelante que otro? porque no son todos del mismo tamaño ¿verdad? pues eso trasládalo a los libros, cuando tú miras de frente la biblioteca y ves uno más adentro, otro más afuera no están ordenados.

Yo los caso todos como el más ancho y hacia delante, siempre a una yema del principio de la biblioteca más o menos, lo que haces es que ese escalonado te queda por la parte de atrás que casi no se ve, por delante se ven todos al mismo nivel, puedes pasar la mano de uno a otro que es como tocar una superficie uniforme,

Y para terminar ¿cuántos libros? aquí yo uso una técnica que se usa en teorías del color, la 60/30/10, concretamente en pintura se dice que debes pintar el 60% de la habitación de un color, el 30% de otro y el 10% restante queda para otro, no voy a ser más concreta porque lo contaré mañana en el “sabías que…” y estoy preparando un post especifico sobre el tema.

Yo en las bibliotecas lo uso así:

El 60% de una libreria deberían ser eso, libros.

El 30% yo le meto decoración, digamos que ese marco con foto de tus hijos, esa figura especial, ese separador de libros que te encanta, ese jarrón que no tiene un sitio definido… bueno de eso un 30% nada más y nunca, jamás, delante de los libros.

¿no? y ¿por qué? pues porque poner cosas delante de cosas es condenar a lo de detrás al ostracismo. Suele decirse en orden y organización que lo que no se ve, no existe. Es una verdad como un templo. Ese libro que está tras esos marcos de fotos… como si no existieran.

El 30% complementa sin tapar, una cosa es un libro y otra un detalle decorativo y cada uno tiene su espacio, por eso tiene su %.

Luego queda ese otro 10%, es para la NADA. El aire tiene que correr, las estanterías no pueden estar atestadas y a nadie le gusta ver una foto en la que todo está apilado.

Otros dicen que debes dejar un 10% de detalles decorativos y usar ese 30% en poner NADA, pero yo soy bastante realista, como dice una grande del orden, Maria Gallay, los humanos tendemos a colonizar los espacios vacíos, si dejas un 30% vacío es más que probable que no te quites de comprar esto o aquello para llenarlo. Un 10% es más adecuado pienso yo.