Asturias es una tierra mágica y la historia que os traigo hoy también. Para mí es una historia muy especial y como espero que mi hija no lea esto hasta dentro de unos años, comparto, con vosotros, una historia de hadas y duendes.
Todo empezó cuando Salomé tenía dos años. Cuando ella nació compramos esa casa de piedra en Vega de Muñalén de la que tanto habla mi hermana y en la que pasamos tanto tiempo como podemos y resultó que hacía la Primera Comunión la nieta del que nos vendió la casa así que tenía que buscar algún regalo. Opté por un lote de libros y uno de ellos me enamoró completamente, hasta el punto de comprar otro para cuando mi hija lo pudiera leer. Se trata de El Gran Libro de las Hadas Flores (luego os doy todos los datos). Para mí, un tesoro y ahí empezé a maquinar la historia.
A todos los niños les gustan los cuentos y a la mía los de hadas, duendes, gnomos o elfos le encantan desde siempre. Son seres maravillosos cuya función es cuidar, proteger y embellecer la tierra. Son custodios de sus cuatro elementos vitales: tierra, aire, fuego y agua y dice la leyenda que por cada muñeco duende que tengas en casa se corporeizarán siete reales. !Nosotras corporeizamos montones de duendes! Porque desde los dos años le escondo figuras por el bosque, por la pared de piedra de la casa, por el borde del río, por el molino… allí donde suenan cascabeles hay hadas, duendes, elfos o gnomos. Antes de este texto tenéis la foto del primer duende que encontró en un tocón de madera enorme y lleno de musgo. Los cascabeles eran mis llaves cuando era chiquitina. La ilusión se multiplica porque el solo hecho de comprarlos me encanta y aprovechamos los viajes para traerlos de otras tierras con otras mágicas costumbres. El momento de esconderlos también es mágico y cuando los encuentra nos hacemos niños otra vez. Recuerdo un viaje a Mallorca donde fuimos a visitar las cuevas del Hams. Quedaron bautizadas como el cementerio de las hadas. Salomé no podía abrir más esos ojazos que tiene y no paraba de preguntar qué sitio mágico era ese, tan guapo y tan lleno de cascabeles ? .
Ella leía o hacía que yo le leyera historias de hadas y siempre creyó en la magia del bosque y de los animales. Le contaba que los Elfos viven en los bosques y en las montañas, en lugares como el nuestro, por eso somos muy afortunados los asturianos. Los gnomos son los guardianes de los tesoros de la tierra como el oro y en Navelgas había muchas minas de oro. Aún quedan restos así que también muchos gnomos. Cuando las mariposas revolotean por la pared ella sale a buscar hadas y ahora hablo en presente porque tiene nueve años y sigue creyendo en las hadas y, por supuesto, encontrándolas. Será así hasta que ella quiera.
¿Preguntaba cosas? Claro. Al principio quería saber por qué no se movían y yo le decía que al descubrirlas se convertían en piedra pero por la noche o cuando no los vemos recobran su existencia. Por la noche cualquier ruido era explicable por la presencia de tanto duende en casa. Luego veréis una de las paredes. Unos años más tarde me preguntaba por qué algunas hadas tenían marcas debajo (algunas son imposibles de limpiar bien) y yo explicaba que venían de otros países y le poníamos debajo la fecha y el país de donde yo creía que venían. Y hace poco empezó a atar cabos entre el tremendo parecido de las que se compran y las que ella tiene. Aquí las explicaciones se agotan pero como la magia es la magia simplemente le pregunto: ¿tú crees o no en la magia de las hadas?. Ella siempre responde que sí y sigue saliendo a buscarlas.
Información adicional
Libro: “El gran libro de las hadas flores“. 2006. Cicely Mary Baker. Editorial Montena.
El libro fue comprado en La Casa del Libro. y costó 23,95€ pero ahora sale descatalogado, igual alguna librería puede ver si la editorial aun tiene alguno…, lo que sí hay es un álbum para recuerdos de tu bebe de la misma casa y con la misma estética y algo de texto.
A qué vosotros también los habéis visto? Shhhhhhh.[/dt_quote]
Precioso. Cuando era pequeña nada me apasionaba más que los duendes y las hadas y todo ese mundo de misticismo y bosques frondosos que les rodeaban. Tengo algunos en casa y recuerdo con cariño esa fusión de magia y pasión cada vez que iba con mis padres a comprar uno. Mágico, sin duda. Un abrazo.
muchas gracias Rosario, como me alegro que haya despertado recuerdos en ti!!
Yo también creo en la magia y me encanta bien para tu hija q pueda seguir creyendo en esas cosas ella siempre va encontrar algo en ese corazón tan valioso q tiene su familia y su propia magia q lleva adentro los quiero!!♥♥♡♡
Muchas gracias Sofía!!!