Se jactaba de ser divertido, animado, el alma de las fiestas. Cuando sus amigos le veían siempre sonreía, siempre hablaba con todo el mundo y siempre parecía estar muy ocupado y atareado.
Cuando cerraba la puerta tras de sí, en su casa, solo, bajaba los hombros y arrastraba los pies. Estaba cansado, agotado de tanto aparentar ser feliz, sólo quería alguien con quien compartir el sofá, una manta, un bol de sopa de miso.
Mike tenía dos personalidades y quería unirlas en una sola pero llevaba tanto tiempo siendo dos que no sabía como ser solamente uno mismo.
Me encanta Mar ,es una manera muy bonita de definirnos a ciertas personas y me trae grandes y tristes recuerdos de alguien a kien kise mucho y fue un gran amigo para mí
No sabes la ilusión que me hace oír tus palabras, sobre todo porque es un poco diferente a las historias mínimas habituales siempre con un toque de humor y no estaba muy segura de si gustaría. ¡Muchísimas gracias!