Hoy, en nuestro post mensual dedicado a niños y. en este caso otra vez, a animales, os voy a contar lo que a mi modo de ver (por supuesto es totalmente subjetivo) se necesita para que los peques disfruten su montura en cualquier circunstancia, pero, sobre todo, de paseo, pues es la disciplina que nosotros practicamos.
Quiero aclarar que nosotros somos aficionados de caleya. No hemos asistido nunca a ningún picadero ni tomado clases de equitación. Si hablo de esto es, única y exclusivamente, desde mi propia experiencia y por requerimiento de mi hermana para este blog.
Equipación para el caballo:
- Montura: una buena montura cómoda y ligera. Yo soy una enamorada de las portuguesas para los más pequeños porque se acoplan muy bien y van muy seguros, la española es la segunda opción. Siempre con los estribos ligeros (aluminio o material plástico), la baticola es opcional Yo he tenido con y sin y depende de que el caballo tenga o no costumbre de llevarla. Puede ser aconsejable para evitar que la silla se mueva.
- Sudadero: Para cualquiera de las dos monturas porque protege la espalda del caballo. A mí me daba mucha pereza lavarlos porque nunca quedan bien pero ahora los hay de materiales fantásticos, acolchados y muy fáciles de limpiar.
- Cabezada: De cuero, por supuesto, bien trabajada y fina para que no moleste al caballo. Yo las prefiero cerradas y con mosquero.
- Riendas: también de cuero. Suelen comprarse a juego con la cabezada. Igual que anteriormente, bien trabajadas y finas para que las manos de los peques no sufran mucho.
- Bocado: Para nosotros un pelham. A mí no me gustan los bocados partidos, aunque esto dependerá de la fuerza del niño y de la doma en boca del caballo.
Para el descanso del caballo:
- Cabezada: de cuadra y cabezada ligera de paseo para poder amarrarlo en los descansos de las rutas más largas.
- Ramal: Las de cuadra lo llevan aparte. Las de paseo lo llevan incorporado.
- Manta: Si hace frío y hay que pasar la noche fuera, el caballo estará mejor si lo tapamos.
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Equipación para el jinete:
- Casco: Al tratar con niños es imprescindible un buen casco, ventilado y ligero.
- Espaldera: Voy a detenerme un poco aquí: Salomé, mi hija, montó a caballo con un chaleco protector desde los tres años. Son seguros pero muy incómodos para ellos. En verano les dan mucho calor y en invierno, con las chaquetas, parecía Mazinger Z. Yo no conocía otra cosa y creo que tan pequeñas tampoco las había pero con 6 le regalaron una espaldera Stübben de máxima seguridad con la que estoy encantada. La longitud de la espaldera cubre la totalidad de la columna vertebral y está disponible en muchas tallas. Habrá otras marcas igual de buenas, seguro, pero yo conozco esta.
- Ropa: La ropa es algo totalmente opcional. No hay por qué llevar nada específico aunque la ropa de montar está diseñada para que el jinete disfrute y no sufra rozaduras. En mi caso uso siempre pantalones especiales para la equitación. En otoño-invierno usamos unos de piel sintética que son muy calentitos e impermeables. En primavera-verano, algo más ligero.
- Guantes: Los niños son lo que son y es fácil que les molesten o pierdan alguno pero cuando hace frío los van a necesitar. Yo no los quiero de algodón porque empapa y luego es peor el remedio que la enfermedad. Salo tiene llorado mucho por el frío en manos y pies.
- Botas: Para gustos… Veréis: a mí me gustan más las de piel de caña alta pero no hay números pequeños así que tendrán que empezar con las de goma negras de toda la vida. No están mal porque van forradas así que les mantiene los pies calientes y no calan. Pero en época de calor son un auténtico engorro. Entonces toca buscar por internet en tiendas especializadas (por el sur o la zona de Extremadura) las camperas de caña alta. Una vez que las prueban no quieren otras. ¡Yo tampoco!
- Espuelas: Aquí habrá quien se sorprenda pero yo monto siempre con espuelas. No son agresivas, son de toque porque no tengo fuerza suficiente en las piernas como para que las órdenes que doy se cumplan a la primera. Un niño tampoco y en determinadas circunstancias, en el monte, una orden dada y ejecutada a tiempo te puede evitar muchos disgustos. Así pues, espuelas. Las de Salomé son como las nuestras, en pequeñito. Tampoco las encuentro por aquí porque tienen estrella sin punta y son de acero inoxidable. Las pido también a tiendas especializadas.
- Alforjas: Dependiendo de a donde y cuánto tiempo vayamos a montar. Si la ruta es larga y el niño es independiente querrá llevar sus propias alforjas o utilizar un sudadero con bolsos, que son muy prácticos.
- Capa impermeable: a llevar siempre que llueva o que amenace lluvia.
- Gafas: si hace sol o amenaza. Las gafas en el monte, a mi modo de ver, son importantes. No sólo te protegen del sol sino que evitan muchos accidentes en caso de pasar por zonas con ramas a la altura de la cara, o tierra suelta, o simplemente las piedras que escupe hacia atrás el caballo que galope delante.
- Protector solar: siempre en las alforjas.
- Un stick para picaduras.
- Un botecito de vaselina. La vaselina nos sirve para varias osas, pero básicamente, en cuanto al caballo, cumple la función de protegerle la piel en caso de rozaduras hasta que lo podamos curar y también de detener una pequeña hemorragia.
- Navaja: para las alforjas de los mayores es importante llevarla siempre.
- Linterna: nunca sabes lo que puede pasar y es pequeña y no ocupa mucho espacio.
- Un pequeño botiquín.
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Donde compro yo:
- La Guarnicioneria. Anselmo Solar, 35. Gijón.
- Hermanos Regodeseves. Purina. Polígono de la Colorada. Navia.
- Decathlon Online.
- Aires Clásicos. www.airesclasicos.com
- Botas de Valverde. www.botasdevalverde.es
[dt_quote type=”pullquote” font_size=”normal” background=”fancy”]Recordar que esto es puramente una elección personal.
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