Un emprendedor SABE que un mes cobra y otro no, SABE que es probable que el primer año no lleve a casa ni un duro, si la cosa es jodida ni el segundo tampoco (así estoy yo) pero también SABE que compensa, porque un emprendedor se pone sus propios horarios, no tiene desigualdad salarial ni tampoco hay desigualdad en ningún momento porque ella/él es el jefe, un emprendedor decide cuando entra y cuando sale, decide cuándo cierra y que días se va de vacaciones, “educa” a sus clientes para poder tener la vida que quiere y no tiene que pedir un justificante para poder ir a hacer una analítica, ni al pediatra ni al cole, no tiene que pedir permiso para llegar 30 minutos tarde y se va a casa sabiendo que hace lo que puede o al menos lo que le da la gana de hacer sin el estrés de fallarle a nadie o de no demostrar lo que se supone que debería, y se viste como quiere. Sale y entra cuando quiere y decide cómo vivir su propia vida.
Es duro? Si, muchísimo, porque no tienes la seguridad de tener dinero para pagar tu hipoteca/la cesta de la compra/el teléfono/un capricho, porque no te entra una nómina mensual, porque TÚ ERES EL RESPONSABLE DE TODO LO QUE PASA EN TU NEGOCIO sea bueno o malo y porque si tienes un mal año no va a llegarte nadie con la nómina del mes para firmar y no vas a tener una mesa a la que ir y no hacer gran cosa porque no te encuentras bien.
Compensa? Si, siempre, si eres capaz de irte a tu casa y dejar en la oficina el trabajo (como si no fuera tuyo) compensa, si puedes aguantar ese tiempo (1 o 2 años) en los que no cobras nada y solo tienes deudas y más deudas compensa.
Tu vida es más feliz porque TÚ DECIDES COMO QUIERES QUE SEA TU VIDA.
Si eres emprendedor y has perdido esto plantéate si no eres más bien un empleado de tu propio negocio, revisa tus exigencias, aquellas que te hicieron decidir ser emprendedor y ¡cambia el chip! Igual tú no quieres ser hippyempresario pero si es lo que quieres y no es lo que tienes es porque la vorágine del día a día te ha ganado.
Párate y replantea, ¿puedes? SI porque es TU NEGOCIO.
Yo soy pobre, no tengo una nómina, no puedo plantearme las cosas a largo plazo pero soy feliz, el martes tengo que ir al médico y no tengo que avisar a nadie ni sentirme culpable por no estar “donde hay que estar” y en unos días me voy de vacaciones y vuelvo de martes y no tengo que avisar a nadie ni pedir permiso a nadie, eso me hace feliz y con el tiempo ya llegará el dinero porque el hecho de ser hippyempresario no hace que sea idiota, soy empresaria porque creo en mí negocio y creo que puede darme de comer, con el tiempo, a mí y al menos a mi familia, sino me buscaría otra cosa.