Kausa Nikkei
Situado en la calle La Playa número 15 de Gijón, el Kausa Nikkei es un restaurante fusión de comida japonesa y peruana (Nikkei) en el que Cesar Becerra prima la materia prima y la expresión de sus causas, una especie de puré de papa muy coloquial en Perú.
Tenía unas enormes ganas de ir al Kausa, lo que consideraba una pausa en la ciudad, un restaurante con una pinta bestial que tenía al lado de mi antigua casa, pero, cosas del destino, antes no reservaban y las pocas veces que intenté ir estaba lleno. De hecho una vez fue horrible porque cuando el restaurante estaba lleno cerraban la puerta y me quedé como una idiota tirando hacia adentro de una puerta cerrada con llave (de cristal, como todo el local) mientras nadie se dignaba a asomar y decir “lo siento está completo”. Un horror por el que no intenté volver a ir hasta hace una semana.
Hace una semana fue mi cumpleaños y me apetecía, aprovechando que babylucia se quedaba con los abuelos, cenar con maridin por ahí, así que dije, venga, es lunes, vamos a intentar cenar en el kausa.
El primer cambio es que ahora si reservan y que tienen más mesas que antes pues han habilitado una barra con sitios de dos comensales. No voy a decir que el servicio sea de 10, porque son algo siesos pero es correcto y te explican muy bien lo que vas a probar además de hacerte recomendaciones y de decirte si vas a pedir mucho o quizá te convendría añadir alguna cosa más.
No vayas con niños, los baños, preciosos, pero ridículamente enanos, tendrías que cambiarlo en el suelo y no sé si te revolverías, además de tener barreras arquitectónicas y de que no sea un restaurante para ir con niños, por el tipo de gente y el ambiente. Yo, al menos, no llevaría ahí a babylucia y no tiene nada que ver con la comida que al menos mi bebe come de todo.
Pero si vas a ir con amigos o con tu pareja es muy recomendable, dicen que el sushi está riquísimo y muy variado, debe ser verdad porque todos lo pedían, yo, que en una semana estaré volando a Japón, preferí probar otras cosas.
Y es que tenía unas ganas locas de comerme un ceviche, que me encanta, ¡aunque le quito la cebolla luego en mi plato! así que fue a lo que fuimos. (Lo que no dejó de sorprender al camarero, no sé porqué…)
Voy a desplegar mis platos, siento que las fotos no sean maravillosas, aun me da mucha vergüenza llevar la cámara a los restaurantes y sacar una foto con el móvil sin hacer algún movimiento que llame la atención es difícil.
Teníamos que probar una Kausa, además la carta es genial porque en una de sus alas te explica los nombres de las cosas, por lo que se ve las causas son unos platos con patata muy comunes en Perú y la verdad que nos encantó, estaba riquísimo, super ligero, en la boca no era nada pastoso y muy fresco. Elegimos una kausa Limeña.
Después nos comimos unos Wao Bao de cerdo que estaban de escándalo, realmente suaves y jugosos, riquísimos. Esto parece que esta de moda en Gijón (lo cual me temo que quiere decir que ha pasado de moda en otras comunidades porque para algunas cosas vamos un poco a la zaga) y a mi me encanta, son unos bocaditos de pan al vapor riquísimos, dentro luego le metes un poco lo que quieras pero en general siempre suelen llevar alguna carne, alguna verdura y una salsa que lo ligue todo y le de gracia al pan.
Posteriormente, como plato principal y como os contaba arriba, nos pedimos un ceviche, en principio íbamos a pedir sólo uno pero el chico nos dijo que igual era poco, se emperraba en que probásemos el sushi pero nosotros fuimos a comer ceviche así que pedimos dos, el ceviche tradicional que es con corvina y que estaba de impresión, super fresco y riquísimo, con un toque a limón que quitaba el sentido y una especialidad del local el ceviche Nikkei que consiste en salmón, tamarindo y mango, ni os imagináis la sorpresa, estaba riquísimo! lo único que como los platos eran contundentes, es verdad que lo anterior no era grande pero los ceviches si que son generosos, quizá se te hace algo pesado el sabor al final, pero bueno, es por ponerle una pega eh? porque estaba riquísimo.
Los trozos de pescado eran enormes, nada de eso de otras partes donde hay tres trozos contados y super finos, aquí dados enormes, además mucho pescado, podías comer en cada bocado un trozo de cada ingrediente con pescado y te sobraría pescado. Y los platos hondos y grandes, nada de minifuentes alargadas y bastante planas, mucha salsa y mucho buen producto. Yo me quedé encantada y maridin más de lo mismo.
Más abajo os dejo nuestra cuenta, me gusta sacarle una foto no por nada, sino por recordar lo que comí que si no llevo libreta luego siempre se me olvida, comimos con cerveza Sapporo y nuestra cuenta no supero los 51€, para mi está muy bien la verdad.
Os invito a que vayáis a conocer el local que si bien no es muy bonito si que han conseguido dejarlo elegante y que te sientas cómodo.
Por cierto, tienen comida a domicilio y están reformando el local de enfrente como take away que yo creo que va a ser un puntazo total, ¡ahora solo falta que sirvan en Cabueñes!
