Y aquí estamos, en pleno diciembre…mi adorado Diciembre. Me encanta este mes, comienza con mi cumpleaños, sigue con mi aniversario, mi santo y termina con estas entrañables fechas, la Navidad, tan adorada por muchos y odiada por otros.
Yo siempre he tenido espíritu navideño, y los que se burlan cada año de los sentimientos de exaltacion del amor, la amistad, la solidaridad, la bondad, etc… de estas fechas seguirán haciéndolo pero, en mi caso al menos, no significa que estos sentimientos se limiten a estas fechas, sino que durante estos días todo se vive a flor de piel, todo es mas intenso.
En mi casa, insisto, yo soy la que las vive más intensamente de los dos, ahora seguida por mi hija que el otro día me sorprendió diciéndome que ella “tiene ilusión y espíritu navideño”… Y seguidamente me preguntó que era tener ilusión…jajaja. Le respondi que tener ilusión es pensar en algo y que te haga muy feliz… ¡Qué difícil nos lo ponen a veces!
El peque empieza también a hacer sus primeros pinitos navideños, intentando cantar villancicos a su manera y alucinando con los adornos, los arboles y las luces… Me encanta esa cara de super ilusión…
Pues así es como yo me siento en Navidad, ¡como una niña pequeña!
Mi familia, hablando ahora de los días claves para los niños, siempre ha celebrado con regalos el día de Reyes.
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