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Crianza con animales

El pasado 4 de Octubre fue el Día dedicado a los Animales. Día mundial que se les dedica desde 1929 conmemorando a San Francisco de Asís, el santo que consideró que todos los seres vivos eran hijos de Dios. Es uno de mis santos preferidos, igual el único preferido. Me cae muy bien 😉

 

Me sirve esta introducción para analizar la crianza con animales porque soy una acérrima defensora de la misma. Desde pequeña convivo con ellos. Al principio, lo típico: perros, gatos, pájaros, peces, tortugas, hámster. Pero cuando me “independicé” subió un poco el nivel: cabras, ovejas, vacas y caballos. Y ya cuando nació mi hija fue la apoteosis. la granja de Pepito es mi casa y nos encanta.

Yo estoy completamente convencida de que los niños que conviven con bichos, del tipo que sean, se inmunizan, se humanizan y fortalecen. Que se inmunizan esta demostrado científicamente y me aburren mucho las personas que continuamente les repiten a los niños que se laven las manos. Es higiene elemental, por supuesto, pero no les hacen ningún favor lavándolas cada diez minutos. Los niños tienen que mancharse y tienen que estar en contacto con todo tipo de cosas y seres (vivos y muertos, nada de asco). Pondría ejemplos de todo tipo pero seguro que quien ella esto también los tiene. Conozco niños criados en una burbuja higiénica que están enfermos permanentemente, que son alérgicos a mil cosas y que se mueren de asco ante cualquier insecto o animal un poquito mas grande. ¡Hasta la comida que producen determinados animales les da mucho asco! Y conozco muchos casos de todo lo contrario y son niños sanos, alegres, despiertos y muy, muy sociables porque esa es otra faceta de la convivencia con los bichos, los hace espontáneos y amigables en extremo. Caso aparte merecerían las terapias con animales para niños enfermos. Siempre con éxito asegurado.

En mi caso tengo dos sobrinas pequeñas que se están criando de esta manera y las dos son extraordinariamente simpáticas, fuertes y abiertas. El caso de mi hija…¿qué os voy a contar que no sepáis o imaginéis? Mi hija se trae a casa todo bicho o insecto (aunque a mi éstos no me gusten tanto) que se encuentra. Me lo enseña, lo toquetea, lo alimenta y cura si hace falta y llora, llora mucho cuando alguno se nos muere pero eso también la hace más fuerte.

Con ella hemos tenido en casa de todo. Como ejemplo, dos situaciones. Un día al despertara tenía el techo lleno de insectos palo. Otro día se queja de que durmieron bastante mal ella y su padre; la razón, había parido la cobaya y tenía una jaula llena de cobayas. Los ratones de campo convivirían con nosotros en casa si no fuera por su padre y los animales más grandes… tengo una cuadra enorme desde que me casé. En fin, no me extiendo más.

[dt_quote font_size=”normal”]Dejar que los niños se acerquen a los animales. El beneficio es mutuo y el resultado, enriquecedor.[/dt_quote]

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