Recuerdo cuando vivía en Madrid y me hacían fiesta en la capital, jaja!
Este no es un post al uso, ya lo veis, no es post deco ni un post de orden, ni siquiera es un post de viajes o de fotografía, aunque veréis mi careto unas cuantas veces 😉
Con un poco más de tiempo podría haber hecho un viaje alrededor de mis 37 primaveras de vida pero reconozco que no se me ocurrió hasta ahora y las fotos de la infancia las tengo en un álbum físico en un almacén junto con mis 13 años de vida en Gijón.
Aqui me encuentro, no obstante, con un post que creo que era necesario y que en este momento de mi existencia me viene como anillo al dedo. Como regalo de cumpleaños os voy a contar 37 cosas que no sabias sobre mi.
- Mido 1,73, suelo pesar entre 59 y 61 kg y calzo un 37, soy castaña de pelo y ojos aunque el pelo tiene visos pelirrojos y rubios así que podría decirse que mi pelo es tricolor
No soy especialmente baja, pero tengo unos pies bastante pequeños y dicen de mi cuello largo que cuando me pongo el casco de la moto (tengo carnet A) parezco un Chupa Chups.
2. Estudié ciencias empresariales y arquitectura interior y trabajé 13 años en el sector metal como contable y luego Dir. de Márketing.
Mientras esto ocurría fui creando diferentes negocios, unos con más tino que otros, y formándome en las cualidades que requerían, como comercio internacional, autocad, Illustrator, manipulación de alimentos, fitosanitarios… así poco a poco fui adquiriendo conocimientos que me ayudaron también a gestionar mi tiempo y tareas, muy distintas entre ellas.
3. Estoy casada desde hace unos años y tengo 1 niña de dos años y medio (Lucia) y un bollo (Helena) en el horno.
Además tengo dos perros, Tazi, una galga afgana de 9 años y Curro, un medio teckel de 10.
4. Vivo en Asturias, concretamente en Gijón, excepto esta temporada que estoy en mi lugar de vacaciones.
Vendí mi piso de Gijón y estoy en proceso de construirme una vivienda así que mientras esto pasa he cambiado mi residencia a Puerto de Vega, lugar donde ahora reside mi familia y de donde es mi marido, un pueblo costero que os recomiendo visitar, podéis saber más sobre él en el post que escribí al respecto e incluso conocer sus fiestas, las Telayas, en este post y en este otro.
5. Un año antes de la llegada de BabyL dejé mi trabajo y me dediqué a la última aventura empresarial creada, una comercializadora de productos asturianos con marca propia.
La cerré hará ya un par de años porque aunque era un proyecto precioso sus expectativas de futuro no eran demasiado buenas.
6. El interiorismo es mi gran pasión desde siempre.
Empecé Arquitectura pero pronto me di cuenta de que lo mío era el contenido y no el continente, el cálculo de estructuras no es lo mío -entre otras cosas- las reformas de locales me dan miedito y el diseño de muebles y objetos es mi espinita porque es mi pasión, me habría encantado estudiarlo en la IED de Madrid.
7. Me encanta leer y escribir.
Soy una aficionada a la escritura, tengo algunos cuentos cortos y me presenté a algunos concursos, aunque no debo ser muy buena porque nunca tuve ni una mención. Es probable que mi libro de Orden y Deco sea la primera obra mía que, si todo sigue bien, vea la luz.
Siempre leo una novela en mi Kindle antes de dormir, aunque llegue a casa a las 6 de la mañana y tengo varios libros de consulta o autoayuda en el salón que leo en otros horarios. Y estoy suscrita a 5 revistas que voy leyendo por las mañanas mientras desayuno, sola y pronto, me gusta así.
8. Si tengo que elegir 2 libros que me hayan marcado en la vida serían:
Los cuentos completos de Saki y Organízate con eficacia. El primero es un libro que me encanta y que podría leer una y otra vez, el segundo me enseñó tantísimo que sin él yo no sería lo que soy ahora, ni como persona ni como organizadora profesional. Hay más pero estos son especialmente importantes para mi.
9. Soy aficionada a la fotografía y el golf.
El golf fue algo que me pegó maridin, a él le encanta y me llevo un par de veces, me encantó, me enganchó casi al instante y me saqué mi titulo, creo que fue el primer año de examen tipo test además de campo. Mi handicap es una caca porque aun no he realizado ningún torneo pero tengo entre mis pretensiones a futuro mejorar y bajarlo.
La fotografía me gusta desde hace años, tengo una Nikon D300 desde hace más de una década y antes de eso ya hacía fotos con analógica, incluso revelaba en casa con una máquina en blanco y negro. Este gusanillo me lo metió mi hermana, periodista de profesión, que por su trabajo debía sacar las fotos de sus reportajes. Aunque la dejé aparcada un tiempo retomé con fuerza cuando nació babyL y lo uní a todos los pasatiempos de mi vida, hasta el punto de crear @meapuntoalreto, una cuenta de retos fotográficos en Instagram con otras 3 forofas. La foto de viajes y de naturaleza son los géneros que más me gustan junto con la macrofotografía pero reconozco que con BabyL en casa y la futura llegada de LillteH la fotografía Lifestyle llena mi galería, la foto de interiores y arquitectura son mi asignatura pendiente en la que tendría mucho que mejorar para que mi trabajo resaltase.
10. Viajar es mi gran pasión.
Puede sonar a tópico pero yo ahorro para viajar, sólo para eso y para comprar muebles y accesorios para mi hogar. No me gusta demasiado la ropa ni los accesorios personales, no soy especialmente tiquismiquis con las nuevas tecnologías ni tengo un iPad, eso si, no me quites una silla que me encanta o un nuevo cojín de tendencia de temporada.
Viajar se ha convertido desde hace años en nuestro sueño hecho realidad, a maridin también le encanta y espero que BabyL y LillteH lo disfruten tanto como nosotros, no hay nada que me relaje más que subirme a un avión y planear un nuevo destino volviendo del anterior. Tengo una lista de Evernote donde apunto los viajes que quiero hacer, con notas, fotos, enlaces a post de interés y todo lo que cae en mis manos del destino.
Eso si, no me gustan las caravanas ni las acampadas, la naturaleza me encanta y disfruto de parques naturales y escapadas rurales pero no en tienda de campaña, mínimo un albergue. Y reconozco que cuando busco un hotel no miro nada menos de un 4* si hay posibilidad en el destino.
Si tengo que elegir me quedaría con los destinos rurales y de naturaleza pero los urbanos también me gustan mucho. En este post puedes ver lo que tengo pensado para próximamente o para dentro de no demasiados años.
11. Soy super despistada hasta rallar el parecer una borde altiva.
Pero te juro que es despiste, soy una organizada con rigor alemán porque como me deje ir no me acuerdo ni de donde dejé la cabeza y mucho menos de lo que tengo que hacer. Mi teoría es que mi cerebro es algo pequeño y tiene que dejar salir una información para almacenar otra nueva. Fíjate si soy despistada que me tengo cruzado con la gente por la calle, de chocar, y no reconocerlos y me tengo parado a hablar con personas a las que conozco de siempre y con las que incluso he salido por ahí y no recordar su nombre hasta que ya me he marchado, no es bordería o dejadez, es despiste bestial. Así que si por la calle me ves, párame, dame un toque al pasar o grítame porque si no te saludo no será porque no quiera ¡sino porque no me habré enterado de que os hemos cruzado!.
12. Podría vivir el resto de mi vida a base de pan, queso, aguacate, pepino, frutos rojos y chocolate.
Sería una gordita feliz, mi ingrediente preferido es el queso, con esas cosas y mucha, pero mucha agua, podría vivir feliz. No me gustan las bebidas carbonatadas, sólo la cerveza y los gintonic los prefiero con soda. Bebo sidra -no demasiada, no me entusiasma su olor- aunque no sé escanciar bien y llevo fatal las resacas así que cada día me excedo menos. El vino tinto me encanta y en mi casa siempre hay una botella de buen vino así como una buena cava con toda la reserva del año.
13. Tengo migrañas tensionales diagnosticadas y nací con displasia de cadera.
Tomo unas pastillas que son super fuertes, aunque desde que estoy embarazada ya no ¡yuhu! pero imagino que todo volverá. Intento relajarme y he aprendido meditación y ejercicios de relajación, aun así, cuando los problemas me abordan o tengo alguna obra, padezco insomnio y me duele la cabeza.
Cuando nací tenía displasia de cadera, básicamente era que no tenía formados bien los huesos de la cadera y las posibilidades eran varias, quedar bien, quedar en silla de ruedas y quedar coja. Tras largos meses para mis padres de dolores, aparatos, escayolada con las piernas estiradas una a cada lado, quedé bien, si bien es cierto que yo lo noto, cuando me levanto de estar sentada tiendo a cojear unos minutos y el tiempo frío me molesta más que el calor, tuve la suerte de quedar perfecta sin necesidad de operación.
14. Tengo una botella de agua en casi cada habitación de la casa.
Siempre os digo que no dobléis cosas y reconozco que en este punto yo fallo, tengo agua en el salón, en la habitación, en la cocina y en el despacho, vamos que sólo me falta tener en el baño. Cuando veo a alguien beber agua en una película tengo que beber yo, ¡tengo la sensación de que me voy a morir de deshidratación si no lo hago!.
15. Me baño los domingos.
No seáis malas, no es que no me bañe el resto de la semana pero los domingos me baño en la bañera, no en la ducha. es mi momento bañera gigante, luces tenues, velas, aromas y mi música preferida.
16. Me gusta el Jazz, el Blues, el Soul y el Country, el pop español de los 80 y el rock calimochero.
Vaya mezcla, ¿eh? si tengo que escuchar algo reconozco que escucho jazz, es lo que más me gusta, pero hay días que el pop me anima y encanta, sobre todo en castellano y me gusta ponerme “la canción del verano” cuando me arreglo para ir a una fiesta de prao. Además el rock calimochero me encanta y sobre todo ponerlo cuando hago deporte o estoy con algún proyecto decorativo.
Si tengo que deciros algunos grupos o cantantes podría citar como los más representativos de lo que me gusta a: Jamie Cullum, Charlie Parker, The Beach Boys, the Beatles, The Dave Brubeck quartet, Sergio Delma, Juan Luis Guerra, Extremoduro, Los suaves, the velvet underground, Cristina y los subterráneos, un pingüino en mi ascensor, seguridad social, hombres G, Los Ronaldos, Violent Fammes, siniestro total, Britney Spears, Destiny’s Child, Blondie, Johnny Cash o Frankie Laine entre otros.
(Foto superior realizada por @maorlan)
17. Tengo unos cuantos TOC pero me voy controlando con la edad.
Hace años tenía tantísimos que vivía nerviosa y excitada de continuo, con libros de relajación, budismo, taoísmo y practicando yoga y tal-jitsu conseguí controlar bastante y ahora controlo lo suficiente como para tener sólo los que me producen verdadero placer, ¿un ejemplo? el orden de los cajones, de las mesas, la posición de tazas y platos, que las puertas de los armarios estén siempre cerradas, puertas abiertas o cerradas pero nunca entornadas… no sé, millones. El más llamativo quizá es que siempre duermo en el lado más cercano a la ventana y más alejado de la puerta que sea posible, no me importa si es a derecha o izquierda pero debe ser en esas circunstancias siempre o no duermo bien. ¿y si la ventana está donde la puerta? (es una pregunta que me hacen alguna vez) en el lado contrario a la puerta, prima siempre el separarme de la puerta.
18. Hago una mousse de chocolate difícil de superar.
Aprendí de muy pequeña y con 37 años pues ya veis los que he tenido para desarrollar la técnica, me sale muy rica, de verdad, ni una comprada en una pastelería fina la supera. La verdad es que no cocino mal, no soy una maravilla porque soy aburrida en cuanto a platos pero sigo bien las recetas y no suelo cometer grandes errores, creo que nunca se me ha quemado nada y soy capaz de cocinar bien sin robot. Lo que más me gusta cocinar son las cosas al horno.
19. Me encarta la jardinería y estoy deseando tener mi propio huerto.
Me gustan mucho las plantas y no se me dan mal, en casa siempre he tenido unas cuantas y en el jardín mantengo aromáticas, frutales, hortalizas a pequeña escala, frutos rojos y trepadoras. Pero estoy deseando tener lista mi casa porque he diseñado un huerto de escándalo que competirá con el de mi padre, el de mi madre (si, viven juntos y si, en la misma casa hay dos huertos y uno es de cada uno) y el de mi tío. Ya veis que me viene de familia.
20. Odio las lámparas de techo si no son puntuales.
En mis últimas viviendas siempre he puesto óculos y luces puntuales, tengo pasión por las lámparas de mesa más que de suelo y odio las de techo (la típica de una para toda la estancia), solo tolero las puntuales como encima de la mesa del comedor o en la barra de desayunos o en las mesitas de noche. Los plafones no me gustan demasiado tampoco.
21. No soporto a los que mascan chicle y a los que “fungan”
Fungar es la palabra asturiana para ese sonido desagradable que haces cuando te sorbes los mocos, no lo soporto, me tengo dada la vuelta en una clase abarrotada para darle un klenex al de detrás sólo para que dejase de fungarme al oído. Y los chicles… yo no como chicle, en muy rara ocasión me verás con uno en la boca, creo que es tan pintoresco como verme tomar una cocacola porque nunca pasa. No soporto que me masquen al lado, ni siquiera a unos metros, ni aunque no lo oiga, cuando en la tele sale el protagonismo mascando chicle ya estoy de mal humor e incómoda toda la película. Lo de mascar da igual si es con la boca cerrada o abierta pero por supuesto que abierta me dan ganas de cerrársela al individuo en cuestión con loctite. Reconozco que a las personas con las que tengo mucha confianza se lo digo, que por favor no me masquen cerca y en mi coche está prohibido.
22. Muerdo al cuchara al comer.
Yo no lo sabía, me lo dijo mi hermana, incluso comiendo sopa tiendo a terminar con un leve mordisco a la cuchara antes de sacarla de la boca, es curioso y para ella un horror cuando está cerca. No uso servilletas de papel a no ser que sea estrictamente necesario y me encanta comer el pan, las corbatas de Unquera y otras cosas similares a trocitos minúsculos y las patatitas y los mikados los como como un conejo, a mini mordiscos sonoros. ¿Pensabais que no iba yo a tener un pecadito molesto? eso si, no me verás nunca hablar con la boca llena, no lo soporto y no miro a gente que lo hace nunca de frente.
23. Miro siempre a los ojos cuando hablo o me hablan.
No soy de esas personas que esconde la mirada, soy de los que miran de frente y te aguantan la mirada todo el tiempo, soy de los que presta atención y se fija, si estás hablando y ves mis pies seguro que te apuntarán a ti porque tendrás todo mi interés.
24. Soy muy callada, pelin introvertida, relajada y algo ermitaña.
Si, la parte comercial no es lo mío, por eso me gusta escribir, así no tengo que hablar ¡jeje! pero tengo un contrapunto a esto, me encanta hablar en público, cuanta más gente haya mejor que mejor, en las distancias largas me vengo arriba y hasta suelto chascarrillos y monerías. Hablar delante de otros me pirra y aunque no me tengo por especialmente egocéntrica reconozco que me gusta que me presten atención. Sin embargo cuando se trata del petit comité pierdo todo mi encanto y soy un poco huraña y no suelo ser quien maneja la conversación, me cuesta coger confianza con las personas y he tenido malas experiencias en el trato corto en el pasado así que dejar que vengan a mi las multitudes pero tratarme con delicadeza en las distancias cortas y darme mi tiempo.
25. Soy perseverante, cabezota, tozuda y luchadora.
Si algo se me mete en la cabeza es difícil que cambie de opinión sin argumentos muy fuertes en contra y aun con ellos lucharé hasta mi último aliento para defender y conseguir lo que quiero, sin pisar a nadie, pero con tesón.
26. No soy competitiva
No lo soy, nunca lo he sido, si pierdo, pues pierdo, si me pinchas mucho, me retiro y a otra cosa, no voy a luchar hasta la muerte a no ser por algo que realmente lo valga y para mi sentido pragmático de la vida, pocas cosas lo valen lo suficiente. Eso no quiere decir que no me duela o que no me altere o que no deje noches de dormir por cosas que pasan en el trabajo entre profesionales, pero no, no llega la sangre al río y no suelo contraatacar, dicen que una retirada a tiempo es una victoria y que no hay mayor desprecio que no dar aprecio y yo lo llevo a rajatabla.
27. Lo que si soy es sentida porque soy fiel por naturaleza.
Soy sentida, si me haces daño seguramente te apartaré de mi vida, no digo que no vuelva el agua a su cauce con una disculpa o un cambio de actitud pero si algo me duele es probable que pase pagina y si te he visto no me acuerdo. Porque soy cariñosa y fiel, me encariño con las personas, no soy una persona que vaya a pasitos o que se enseñe poco a poco, lo que veis y lo que leéis es lo que hay, soy sincera y transparente al 100% y eso muchas veces lleva a que se aprovechen de ti y te hagan daño, a dar sin recibir y a pasarlo mal cuando ves que lo que tu pensabas no era mutuo.
Soy fiel en mi casa, en mi trabajo y con mis clientes y proveedores, si eres mi proveedor y estoy contenta seguiré contigo eternamente y haré lo posible para que te vaya lo mejor posible y te recomendaré aquí y allá, ahora también te digo que mi carácter no es suave, no soy delicada al trato ni tampoco fina a la hora de decir las cosas, soy más bien brusca y borde, eso si, siempre desde el respeto y cuando se me pregunta. Pero no me cabrees ni me tomes por el pito del sereno porque puedo parecer muy buena y dulce pero no soy tonta y verme cabreada -cosa que no suele pasar nunca- no te va a gustar, te va a doler y no vas a disfrutar.
28. Considero mi estilo rústico-contemporáneo.
Me gusta el estilo casa de campo de señora estirada, no demasiado rústico pero que se note que se vive allí. Con un punto de mueble grande, otro de mueble escandinavo y de almoneda, colores tierra y neutros, los colores de la naturaleza con puntos más vivos que resalten en accesorios.
29. Las sillas son mi gran pasión.
En mi casa hay más sillas que personas y perros juntas, esto es un hecho. Las sillas de autor son mi debilidad y me encanta comprarlas en almonedas y tiendas especializadas. Algunas se me resisten, otras no puedo pagarlas y otras me las quitaron cuando tuve la oportunidad -pero no el dinero- para comprarlas. Es una de esas cosas que me corto a la hora de comprar porque no sería capaz de hacer TIDOREVE de ellas.
30. Soy una ex-acumuladora, estoy rehabilitada.
Aun ai da de hoy maridin me dice cuando sale el tema “aun no me creo que te ganes la vida ordenando casas con lo que tu eras” y es que hasta hace unos años yo acumulaba. No era desordenada, todo tenía un sitio y se mantenía en ese sitio, pero si que era acumuladora. Mi trastero era un cúmulo de cosas guardadas por si acaso y mi vivienda, grande, estaba plagada de cosas. Los que la conocieron quizá piensen que no es posible que ya no sea así, pero así es.
El click surgió al tener mi primer piso con maridin, era un piso de 43 m2, la terraza era más grande que la propia casa y no era nuestro, ni siquiera era de alquiler sino un “préstamo” que nos hicieron, eso hacía que no pudiera ponerlo realmente a mi gusto ni hacer las reformas que yo habría querido y por eso tenía que cuidar cada detalle que entrase en el, todo requería almacenaje y no había espacio para ello, esa forma de vivir con poco y muy bien organizado hizo que me diera cuenta de que mi otra vivienda, mi piso grande de Gijón, estaba abarrotado de cosas, bien ordenadas, pero demasiadas. Tenía tantos muebles a medida de más de 3 metros de alto que no me faltaba espacio para almacenar y tendía a acumular.
Entre eso y la manera de ser de mi madre, que no guarda demasiadas cosas y que es super organizada y ordenada, mi forma de ver la vivienda cambió, en esa época ademas fue cuando llegó David Allen a mi vida y su libro organízate con eficacia que, aunque nada tiene que ver con el orden de la vivienda, me hizo empezar a usar una serie de métodos y cambiar mi forma de mirar el hogar.
31. ¿Playa o montaña? Ambos, pero con calor.
Tolero muy mal el frío, el calor, super bien, tanto es así que soy capaz de ir de manga larga y pantalón largo en ola de calor en Córdoba en el mes de julio al oscurecer. Me aclimato al calor de forma super rápida pero con el frío es otro cantar. Me gusta la nieve y esquiar pero si tengo que elegir prefiero que sea verano eternamente y en Asturias… pues en fin, que mi vitamina D vive a ras de suelo casi todo el año.
32. Odio el nordés.
Una de las premisas imprescindibles para comprar el terreno en el que construir nuestra casa fue que no le diera el nordeste. Ese viento del norte, que corta y que viene del mar y que es condición sinecuanum para que en Asturias, al menos en la costa, haga sol. Llevo lidiando con este p… viento toda mi vida y no lo soporto, cada año lo llevo peor. En Puerto de Vega da sin parar en casa de mis padres porque está alta y se ve el mar desde ella, en mi piso de Gijón… bueno en fin, vivía frente al muro San Lorenzo así que daba todo el rato, creo que no tengo ningún vestido de seda o raso o de gasa, ¿para qué si a partir de las 11 sale el nordestazo y se te van a ver las bragas? Ir a la playa es duro si no sabes donde ponerte, lidiar con el nordés en ella es mortal y se te quitan las ganas de todo, y a mi es que como me dé una pizca ya me entra frío aunque haya 30 grados.
33. Le tengo un poco de fobia al mar abierto.
Cuando era pequeña iba a natación, hasta competí en alguna ocasión, pero poco, enseguida me di cuenta de que aquello requería mucho trabajo y disciplina y no estaba dispuesta. Con eso os digo que se nadar muy bien, pero muy bien y bucear me gusta mucho. Pero cuando era pequeña una vez salimos en la lancha de mi padre, una de tantas, ahí a medio camino entre el puerto y la playa, en mar abierto, empezamos a hacer el tonto y él empezó a meterse conmigo con un “a que no te atreves a…” la cosa era tirarse al mar, estaba algo fría, os podéis imaginar… bien, pues yo que siempre he llevado muy mal lo de pasar de un reto me tienes, y como soy una chula me tiré de cabeza y bucée, lejos y profundo, con los ojos abiertos, una cosa que hago aun hoy, no sé como no me duelen, y de repente lo ví, un pulpo que a mi me parecía enorme huía de mi abriendo totalmente sus tentáculos, yo pensé que venía hacia a mi, no que huía, y di la vuelta, con un miedo terrible y casi sin aire logre salir a la superficie sólo para darme cuenta de que estaba a más de 300 metros de la lancha, empecé a chapotear hacia ella, a lo perro, gritando “socorro, peces, peces!!” muerta de miedo y si, el resto se moría de risa.
Podeis imaginar que me creó un trauma considerable, hasta el punto de que, aunque uno de mis sueños desde niña es ir a Galápagos, lo de bucear con tiburones, tener los pies entre rayas en maldivas o hacer snorkel en arrecifes me cuesta mucho y me da un miedo bestial.
34. Tengo miedo al fracaso.
Y diréis, ¿y quién no? bueno, yo antes no lo tenía. Emprendí 4 negocios, cerré los 4 y este es el quinto intento. Tengo la sensación de que o me sale bien, pero realmente bien, o no volveré a levantarme. Me puede la pasión por intentarlo, quiero labrarme mi propio camino, ser un alguien, conseguir dejar huella en algo, poder sentirme orgullosa de haber construido algo y que funcione y tengo miedo a volver a fracasar una vez más. Mi padre es un gran profesional, lo intentó varias veces y una de ellas le salió bien, siempre ha sido un hombre con suerte y un profesional incansable, trabajó muy duro, mi madre siempre se acuerda de que vivían de renta en Avilés y durante años sus mesitas de noche fueron tambores de Ariel, consiguió levantar una empresa que da de comer a entre 300 y 500 personas a diario y que sigue al pie del cañón como un referente en su sector y yo no puedo por menos que querer que se sienta orgulloso de mi. Eso hace que lo intente una y otra vez, porque, en el fondo ¿que niño no quiere ser como su papá?
35. Tengo que controlarme para no poner parches en vez de soluciones.
Soy humana, me cuesta enfrentarme a mis carencias, y tiendo a poner parches en ellas porque es más fácil poner un parche que enfrentarse a una carencia y darte cuenta de que no puedes superarla. Suelo poder aprender y consigo, normalmente, resultados positivos cuando aprendo algo, pero eso no quita que tenga miedo de no conseguirlo, de que aprender no sea una opción de que no pueda hacerlo, así que tengo que ser muy metódica para no dejarme llevar por poner parches a mis defectos en vez de buscarles solución. Es lo que os digo siempre en los talleres, aprender algo nuevo, cambiar un hábito o simplemente mejorar en algo no es fácil, nuestros hijos no aprenden a hablar o a leer en dos días, les cuesta mucho tiempo y esfuerzo y eso también nos pasará a nosotros y a mi, la primera.
36. No me gustan los saraos.
Como relacionarme no se me da bien no me gustan los saraos con gente, no soy fan de las fiestas multitudinarias si no las doy yo (control total) ni de las reuniones de muchas personas, pero me esfuerzo en mejorar. Voy a los eventos de jóvenes empresarios, a charlas, a congresos aunque no esté a gusto ni un sólo minuto, y el próximo fin de semana voy a conocer a Juan Llorca en Cenas Adivina. Una reunión con más gente, a la que voy sola, sin conocer absolutamente a nadie y tengo cague, pero lo haré porque es una faceta que debe mejorar si quiero vivir de ser organizadora profesional e interiorista.
37. Me encanta ver la televisión, no concibo una casa sin tele.
No hay nada que me guste más que ver una película a la hora de la siesta tumbada en la cama con una manta (todo el año) y por las noches no paso sin ver uno o dos capítulos de una serie después de cenar, también con mantita pero esta vez en el sofá con maridin. Serie de lunes a viernes, fines de semana, peli. No veo la tele pública más que las noticias de la TPA o del canal 24 horas, no se ve Tele5, ni antena3, ni Cuatro ni ningún otro canal que no sea de series, pelis o dibujos en mi casa, están prohibidos y me pongo de muy mal humor si alguien lo pone aunque por suerte eso no pasa, ¡al menos de momento!.
Que paséis un buen fin de semana![/dt_quote]
Hola, Mar. Hace poco que te descubrí nos unen muchas cosas además de la profesión. Tengo miedo a fracasar, soy introvertida (O raruna), terca como una mula, constante hasta la extenuación, no me gustan los saraos y así podía seguir. Me ha encantado conocerte en este trayecto norte-sur. Nos seguimos, hermosa.
Ahh, y qué seas muy feliz.
Cristina de Orden y espacios
Buenas Cris! eres un solete, teníamos que tener cosas en común para haber elegido la misma profesión! es una pena que cuando estuve en Feria aun no nos conocíamos sino podríamos haber tomado un café, queda pendiente que suelo bajar una o dos veces al año por allí que viven un par de amigos. 😉 Beso para ti también!